Lidia Poët fue la primera abogada de Italia y tuvo que luchar prácticamente toda su vida para ejercer la abogacía.
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Lidia Poët nació en Traversella (Turín), el 26 de agosto de 1855, en una familia acomodada, gracias a lo cual pudo cursar sus estudios universitarios. Obtuvo los títulos de Maestra de Escuela Secundaria y de Maestra de inglés, alemán y francés. Posteriormente, siguiendo los pasos de su hermano, Giovanni Enrico, se matriculó en la Facultad de Derecho de Turín, donde se graduó el 17 de junio del año 1881, tras realizar la tesis final sobre la condición de la mujer y el derecho al voto femenino.
Durante los dos años siguientes pudo continuar su carrera en la oficina del abogado y senador Cesare Bertea, y el 9 de agosto de 1883 se inscribió en el Colegio de Abogados, convirtiéndose en la primera abogada de Italia. Sin embargo, tras un recurso del Fiscal General argumentando que las mujeres no podían ejercer la abogacía, al ser considerado un cargo público, el 11 de noviembre de 1883, el Tribunal determinó que la inscripción era ilegal y la inhabilitaron. Dicha resolución fue apelada por Lidia pero el Tribunal de Casación de Turín confirmó la inhabilitación.
Al no poder ejercer la profesión comenzó a colaborar en el despacho de abogados de su hermano Giovanni Enrico, aunque sin poder asistir ella misma a los juicios. Durante esta época fue defensora de los derechos de los menores, de las mujeres y de los marginados, así como del sufragio femenino.
A sus 65 años, por fin, Lidia Poët fue admitida de nuevo en la Orden de Abogados y Fiscales de Turín (Italia), convirtiéndose en la primera mujer abogada de Italia.